Me atiende él, sorprendido un poco por el llamado, pero contento y sereno a la vez, como en paz y comenzando la paternidad pura, me saluda calurosamente y ya nos disponemos a charlar de la vida recién llegada, de la madre y sus cosas, de su disco Vacío; de los textos en general, de cómo trabajo mis textos, de los nuevos proyectos para este año y demás cosas que hacía muy divertida esta conversación a 700 Km. de distancia cuando, amablemente vuelve a recordarme lo mucho que le gusta “12 flores…” y de todo lo que lo escucharon durante el embarazo y me dio un dato fresco y risueño que me quedó grabado por lo apropiado y maravilloso que fue para mi y para el momento telefónico , como en voz baja __ que no te escuche hablar Julia porque pensará que sos el padre, también te escuchó cantar como nosotros en la panza, mirá que vas a tener que hacerte cargo de ella… a lo que le contesté, uuuuh ¡ a ver pasame con mi hija!!! Y los dos largamos a reír como tarados..
Supongo que Julia y Vero estarían en otro mundo, así que nadie se ofenderá...
Amor compadre entonces para Daniel Drexler.
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