Pérez, V 18 de Septiembre de 2009
Queridas niñas:
Acabo de volver a casa, en calle Medrano, de mi vieja, luego de haber sido golpeado por su tío pablo, un ser detestable, ocioso, vago, maricón, opa e inútil para mi, pero claro para ustedes, un buen tipo. Debo admitir que, de no ser porque se escondió y salió de repente a mis espaldas en un momento de descuido, lo hubiese golpeado yo hasta que se diera cuenta de que no puede meterse en mi vida ni en la de ustedes.
Al, querida, tenías 7 casi 8, me llamaste desde el fono de tu madre, me pediste que te llamara a tu celu para no gastarle la tarjeta de créditos telefónicos, cosa que siempre haces y siempre hago, a pesar de que la llamada yo si la pago y no me importo, como no me importaría nunca. Querías venirte a dormir a casa, te dije que no, suponiendo que entenderías mi forma de ver las cosas, con bronca argumentando lo cansado que estaba de lo mal que me trató tu madre toda tu niñez, más no fue así. Intentaste que te asegurara que te llevaría a patinar al tu clase de los sábados, te dije otra vez que no y me di cuenta que no fue de tu agrado, más me enojé y te grité y me pediste que no te grite llorando, así que no pudiste seguir hablando. Yo estaba un poco enojado contigo porque sentía que desde hacía meses, por no decir un año largo, me llamabas para molestarme y hacerme sentir mal. Sufría cada llamada de esas y al igual que vos, buscando un lugar para safar de algo que no se bien que, te soltaba cuando estabas conmigo.
Sumado a un sentimiento de vacío inaprovechable en mi, en un día oscuro en el que; suspendí la clase de una alumna por no estar seguro de poder enseñarle de manera óptima y correcta, que un alumno se merece, por sentirme sólo e inútil y triste otra vez, el estúpido de tu tío te dice a los gritos que me cortes el teléfono, que soy un hijo de puta y yo lo escuché y me prendí fuego.
Sentía que sus idioteces, su presencia en tu casa y en esas palabras ineptas y sanguinarias para una situación como la que vivías, merecían mi reprobación y alguien cortó la comunicación.
Una actitud temeraria se adueñó de mí, porque te sentí indefensa y manipulada como siempre. Una revuelta gauchesca provoqué por estar envuelto una vez más en una situación infame y retrógrada que sólo un ser con tales vestigios de la involución humana podría generar dentro mío.
Así que me disculpo por escrito, para darte mi opinión y tratar de que me entiendas y así poder discutirlo en el futuro. Siento además, ganas de lastimarlo como el me lastimó. Tal vez en unos días se esfumen.
Viol querida, charlando luego te noté más calma que cuando sucedió este episodio, más puedo decirte que tenías 5 y bien despierta estabas como para enojarte como lo hiciste razonablemente. Lo lamento, se que te asusté, más nunca te haré daño mas que el necesario. Tus palabras fueron certeras pero no tuyas al igual que las de Al.
Ahora las dos sabrán lo mucho que lamento todo. Ya sabré lo mucho que sufrieron cuando en el momento llegue.
Opinión en tiempo presente como descarga monzónica: hago lo que puedo, como todos, como ustedes lo harán, pero con la necesidad de satisfacerme en lo personal. El placer de hacer lo correcto, que muchas veces no lo será para ustedes o para todos los demás y es sólo eso. Confío en quién soy y no se arrepiente morzon por haber hecho lo correcto casi siempre.
Evangelina, por estos días ha vuelto a romperme las pelotas, superando sus amenazas legales, concretó nuevamente, con una abogaducha histérica e inculta, un nuevo camino hacia el desencuentro, hacia la incomunicación entre nosotros. Afloran cada vez que se siente capaz, la ira y la tensión. Hace presión lo que la molesta y perturba de mi, adentro suyo y por fuera también, logrando retroceder unas baldosas en su camino hacia la paz, entre otras cosas.
Son momentos duros para mi también, trato de entender mi pensamiento, mi sentir, mi punto de vista que llevan el motor de mi espíritu sobre todas las cosas (si es que gustan llamar así a esto de sentirse vivo). Aunque no lo vean, aunque no me entiendan ahora, sé que lo harán.
Concluyo en que volveré a escribirles y que me siento lejos.
Queridas niñas:
Acabo de volver a casa, en calle Medrano, de mi vieja, luego de haber sido golpeado por su tío pablo, un ser detestable, ocioso, vago, maricón, opa e inútil para mi, pero claro para ustedes, un buen tipo. Debo admitir que, de no ser porque se escondió y salió de repente a mis espaldas en un momento de descuido, lo hubiese golpeado yo hasta que se diera cuenta de que no puede meterse en mi vida ni en la de ustedes.
Al, querida, tenías 7 casi 8, me llamaste desde el fono de tu madre, me pediste que te llamara a tu celu para no gastarle la tarjeta de créditos telefónicos, cosa que siempre haces y siempre hago, a pesar de que la llamada yo si la pago y no me importo, como no me importaría nunca. Querías venirte a dormir a casa, te dije que no, suponiendo que entenderías mi forma de ver las cosas, con bronca argumentando lo cansado que estaba de lo mal que me trató tu madre toda tu niñez, más no fue así. Intentaste que te asegurara que te llevaría a patinar al tu clase de los sábados, te dije otra vez que no y me di cuenta que no fue de tu agrado, más me enojé y te grité y me pediste que no te grite llorando, así que no pudiste seguir hablando. Yo estaba un poco enojado contigo porque sentía que desde hacía meses, por no decir un año largo, me llamabas para molestarme y hacerme sentir mal. Sufría cada llamada de esas y al igual que vos, buscando un lugar para safar de algo que no se bien que, te soltaba cuando estabas conmigo.
Sumado a un sentimiento de vacío inaprovechable en mi, en un día oscuro en el que; suspendí la clase de una alumna por no estar seguro de poder enseñarle de manera óptima y correcta, que un alumno se merece, por sentirme sólo e inútil y triste otra vez, el estúpido de tu tío te dice a los gritos que me cortes el teléfono, que soy un hijo de puta y yo lo escuché y me prendí fuego.
Sentía que sus idioteces, su presencia en tu casa y en esas palabras ineptas y sanguinarias para una situación como la que vivías, merecían mi reprobación y alguien cortó la comunicación.
Una actitud temeraria se adueñó de mí, porque te sentí indefensa y manipulada como siempre. Una revuelta gauchesca provoqué por estar envuelto una vez más en una situación infame y retrógrada que sólo un ser con tales vestigios de la involución humana podría generar dentro mío.
Así que me disculpo por escrito, para darte mi opinión y tratar de que me entiendas y así poder discutirlo en el futuro. Siento además, ganas de lastimarlo como el me lastimó. Tal vez en unos días se esfumen.
Viol querida, charlando luego te noté más calma que cuando sucedió este episodio, más puedo decirte que tenías 5 y bien despierta estabas como para enojarte como lo hiciste razonablemente. Lo lamento, se que te asusté, más nunca te haré daño mas que el necesario. Tus palabras fueron certeras pero no tuyas al igual que las de Al.
Ahora las dos sabrán lo mucho que lamento todo. Ya sabré lo mucho que sufrieron cuando en el momento llegue.
Opinión en tiempo presente como descarga monzónica: hago lo que puedo, como todos, como ustedes lo harán, pero con la necesidad de satisfacerme en lo personal. El placer de hacer lo correcto, que muchas veces no lo será para ustedes o para todos los demás y es sólo eso. Confío en quién soy y no se arrepiente morzon por haber hecho lo correcto casi siempre.
Evangelina, por estos días ha vuelto a romperme las pelotas, superando sus amenazas legales, concretó nuevamente, con una abogaducha histérica e inculta, un nuevo camino hacia el desencuentro, hacia la incomunicación entre nosotros. Afloran cada vez que se siente capaz, la ira y la tensión. Hace presión lo que la molesta y perturba de mi, adentro suyo y por fuera también, logrando retroceder unas baldosas en su camino hacia la paz, entre otras cosas.
Son momentos duros para mi también, trato de entender mi pensamiento, mi sentir, mi punto de vista que llevan el motor de mi espíritu sobre todas las cosas (si es que gustan llamar así a esto de sentirse vivo). Aunque no lo vean, aunque no me entiendan ahora, sé que lo harán.
Concluyo en que volveré a escribirles y que me siento lejos.
1 comentario:
te leo, pienso, mañana va un mail...
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